En el corazón de un nuevo proyecto residencial, este innovador concepto de vivienda combina modernidad con comodidad, seguridad y calidad de vida. El complejo cerrado ofrece amplias áreas comunes que incluyen una piscina de agua salada, extensos jardines y sistemas de agua caliente generados mediante paneles solares. Las viviendas cuentan con sofisticadas cocinas totalmente equipadas, que incluyen muebles superiores e inferiores, horno, placa, campana extractora, fregadero y grifo. Además, se incluye aire acondicionado instalado, una plaza de aparcamiento, y en la mayoría de los casos, un trastero. El proyecto consta de 92 viviendas distribuidas en tres fases y edificios de cuatro pisos con áticos con solárium. Ofrece una variedad de opciones residenciales: de 2 dormitorios con amplios patios interiores y vistas a los jardines y la piscina. de 2 dormitorios con terrazas privadas. , ideales para familias, con amplias terrazas y vistas panorámicas a las áreas verdes circundantes. con terrazas impresionantes y vistas en todas las direcciones. Además, el proyecto incorpora viviendas adaptadas para personas con movilidad reducida, garantizando accesibilidad para todos. Ubicado en un entorno tranquilo y bien comunicado en Málaga, el residencial está rodeado de jardines y cuenta con un parque público enfrente, además del cercano Parque María Zambrano. Su proximidad al núcleo urbano permite un acceso rápido a servicios esenciales como la estación de autobuses, mercados, supermercados, escuelas, centros de salud y áreas deportivas. Además, está estratégicamente conectado con la autovía A7, situándose a solo 10 minutos de Torre del Mar. Con precios que oscilan entre 214.950 € y 309.950 €, y superficies que van de 100 m² a 160 m², estas viviendas ofrecen el espacio ideal para disfrutar de un estilo de vida equilibrado en Vélez-Málaga. La ciudad combina un rico legado histórico con la comodidad de un entorno moderno, ofreciendo lo mejor de ambos mundos: tranquilidad y conexión urbana. Las imágenes incluidas son ilustrativas y no tienen carácter contractual. Aspectos como colores, texturas, vegetación, mobiliario o ubicación de las instalaciones pueden variar dependiendo del progreso de la obra o las condiciones del terreno.